Qué te interesa más para conducir con el carné de coche, ¿moto o scooter?

Es una pregunta que sueles encontrar en muchas tertulias de internet y que nos hacen habitualmente a los que tenemos una estrecha relación con este tema. Tienes carné de coche desde hace al menos tres años, y deseas gozar de las ventajas en movilidad que te aporta una motocicleta de dos ruedas. Es evidente que también encontramos la opción de los vehículos eléctricos, pero en el segmento de las dos ruedas, a la mayoría, todavía les queda desarrollar su potencial para llegar a los estándares de autonomía, prestaciones y precio de los convencionales con propulsor de combustión interna. De ahí que su expansión hoy día quede casi restringida al terreno del «motosharing«.

En este contexto, centrándonos en los modelos de 125 cc (los tres ruedas también son útiles con el carné B convalidado, pero esa es ya otra escala de precios y prestaciones), por desgracia no hay una respuesta única, clara y uniforme, pero sí una serie de pautas que debes considerar a la hora de decantarte por una de estas dos alternativas.

En tu caso, ¿es movilidad o afición?

Parece trivial, pero es una pregunta básica: como solución de movilidad es mejor el scooter por su mayor protección aerodinámica, superior facilidad de conducción y mejor capacidad de carga. Con esas virtudes, si lo que quieres es moverte de un sitio a otro en tu día a día, pocas formas de hacerlo hay mejores que un scooter. Si te gusta la moto, si te planteas esta compra como un primer paso, la moto es más divertida, sin duda. Y si aun así dudas, hay más argumentos.

Por seguridad, moto, y por comodidad, scooter

La moto equipa ruedas más altas (17″ habitualmente) mientras que los scooters oscilan entre las de 12″ hasta 16″ en los rueda alta. Esos neumáticos de 17″ te dan mayor estabilidad y las suspensiones suelen ser, al mismo precio que en el scooter, de respuesta más eficaz, al igual que ocurre con los frenos. Al detenerte, además, el cambio de velocidades ayuda al permitirte reducir marchas. Ahora bien, poder aprovechar esas ventajas requiere entrenamiento, saber frenar correctamente con una mano y un pie para empezar, mientras que el scooter es más intuitivo, con ambos frenos en la mano y mayor facilidad para subirte, bajarte y utilizarlo más cómodamente.

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Por economía: difícil elección

Una moto de 125 cc de marchas oscila entre los 1.800 € de las más baratas hasta los casi 5.000 € de las más sofisticadas y caras. Un scooter ronda los 2.000 € y encuentras algunos de marcas menos conocidas que bajan de ese nivel y otras que alcanzan esos 5.000 € también. No es un argumento que te sirva para decidirte, porque en el mercado de segunda mano ocurre más o menos lo mismo. Si es por consumos tampoco es sencillo: oscilan, realmente, sobre los tres litros a los 100 km de media. Algunos scooters especialmente eficientes, como el Honda PCX, presumen de batir récords oficiales y no llegar a los dos litros, pero te costará esfuerzo igualar esos registro, si bien es cierto que gasta menos de lo habitual. En motos no tienes nada así, pero una moto económica de 125 (Keeway RK, Yamaha YS u Honda CB 125 F) te permiten «jugar» a bajar el consumo de forma sencilla con la utilización del cambio.

El equipamiento

El equipamiento que vas a necesitar es exactamente el mismo en ambos casos. No hay diferencia entre chaquetas, cascos, guantes o los menos obligatorios pero igualmente recomendables pantalones y botas. De hecho, lo que vayas a comprar junto con la moto no debes elegirlo en función de qué moto compres, porque suele -o debe- durar al menos tanto como la propia moto. Nuestro consejo es que compres todo el equipamiento en ambos casos: es ante todo equipo de protección y el suelo está igual de duro si sufres un percance con scooter o con moto. En cuanto al clima, un scooter protege más que una moto en caso de frío y lluvia, por lo que en este segundo caso deberás tenerlo en cuenta para contar con un equipo más eficaz.

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El seguro

En el seguro hay pocas diferencias entre asegurar una moto o un scooter, dentro de rangos de potencias similares. Hay mayores diferencias por tu edad o por la compañía que por el tipo de moto que escojas. Mira bien en los compradores de seguros los precios de varios modelos antes de elegir, porque alguna moto muy deportiva puede ser algo más cara de asegurar, pero no habrá tampoco diferencias que te obliguen a coger un camino u otro.

¿Me saldrá más caro el mantenimiento?

No en cuanto a la diferencia entre un scooter o una moto, ya que aceites, filtros y periodos de revisiones son similares en el caso de modelos de 125 cc. En una moto tendrás que cambiar de cuando en cuando el kit de transmisión, que es más caro que la correa y los contrapesos del variador de los scooters, pero habitualmente y en condiciones normales esa correa se cambia con mayor frecuencia que el kit de transmisión (piñón de salida del motor, cadena y corona trasera –recuerda que se debe cambiar todo junto siempre-). Respecto a las ruedas tienes amplios rangos de precio tanto para el scooter como para la moto. Como en el caso de cualquier vehículo suelen ser las mejores las de marcas más prestigiosas y menos económicas, simplemente por ofrecer superior agarre. En cualquier caso, deberás buscar un compromiso entre duración, prestaciones y precio.

Entonces, ¿moto 125 o scooter 125?

Como puedes ver, no hay una escala de puntos universal para aplicar a esta decisión. No hay mayores costes ni importantes ventajas en uno u otro vehículo, más allá de las obvias y que suponen una decisión personal. El scooter es más fácil y cómodo, sobre todo por su conducción y por la presencia de un práctico hueco bajo el asiento. A su lado, la moto es más divertida, aunque al rodar más protegido frente a las inclemencias es menos probable que ensucies tu indumentaria. Pero incluso estas premisas no es inamovible: te aseguro que llevar un buen scooter de 125, bien afinado y a punto puede ser también muy divertido. Y una moto cómoda y polivalente con un baúl y carenado es también económica, útil, segura y fácil en la ciudad.

Al final, la decisión viene de cómo quieras verte tú y cuáles sean tus preferencias. Con las dos vas a aparcar muy cerca de tu destino, vas a tardar menos tiempo en tus trayectos diarios, el consumo y emisiones serán muy contenidos, todo lo cual incide en la óptima eficiencia y eficacia de estos vehículos de dos ruedas. Y, hoy más que nunca, seguirás al pie de la letra las normas de seguridad en tu movilidad derivadas de la crisis sanitaria por coronavirus. Además, si buscas maximizar cada una de estas características, puedes acabar planteándote obtener el carné A2 y optar por modelos que aumenten su radio de acción.