Esta sociedad que llamamos civilizada y que a alguno enorgullece, permite en demasiadas ocasiones atentados contra los derechos constitucionales de los ciudadanos que utilizamos la motocicleta como vehículo para nuestra movilidad.

Contra la impunidad

Contra la impunidad
Fórmula Moto
Fórmula Moto


Estos ejemplos, bañados de la más absoluta impunidad, encuentran su principal exponente en el estado y conservación de algunas de nuestras carreteras.

Para lograrlo, me refiero a la -impunidad-, el sistema ha creado el arma perfecta combinando diferentes herramientas, siguiendo los cuatro pasos del diablo en promoción del quinto mandamiento:

– Convertir en recomendaciones la aplicación de determinadas normas u órdenes circulares sobre aspectos técnicos para la seguridad vial.

– No facilitar la formación adecuada a los CC y FF de seguridad en materia técnico /legal de carreteras. Existiendo en sus procesos formativos una ausencia casi absoluta de la misma.

– Ordenar a los agentes no denunciar el incumplimiento de las Leyes y normas técnicas relacionadas con el estado de la carretera y nuestra seguridad, cuando estas afecten a la responsabilidad de algún funcionario público encargado de su mantenimiento y conservación.

– Derivar la posible responsabilidad penal en responsabilidad patrimonial o civil, estableciendo el precio del ciudadano fallecido como si de un mercado se tratara.

Las lágrimas están servidas- y por ello, las espadas del colectivo motero se esgrimen pidiendo justicia.

Siempre fuimos acusados en nuestro silencio, acusados de todo. Ahora ha llegado el momento de acusar, de no callar ¿Por qué me matas?